“Te he puesto de centinela en la casa de Israel. Cuando escuches la palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte…” (Ez 3, 17-18). En el crepúsculo de mi vida, les ofrezco mi privilegiada atalaya de cura para escudriñar el “paso del Señor” (Kayrós) en los “Signos de los Tiempos”, en la política, la religión o la cultura.